Estas plantas se desarrollan bien en lugares comprendientes entre los 30 incluso 40 grados de latitud.

El melocotonero no es muy resistente al frío, no obstante, puede llegar a soportar inviernos hasta una temperatura aproximada de -20°C pero, generalmente, cuando baja mucho la temperatura se producen daños en las yemas florales. Sin embargo, requiere entre 400 y 800 horas de frío. La luz es un factor sumamente importante para su correcto desarrollo.

En climas húmedos contraen ciertas enfermedades. Además, es ideal que los suelos en los que se cultiva sean profundos y con PH neutro, con buen drenaje pero que sea capaz de retener la humedad. Es necesario que el melocotonero se pode anualmente para obtener la fructificación deseada.

El melocotonero se propaga por semilla con el fin de mejorarlo genéticamente y crear nuevas variedades. Se suele usar para cultivos a gran escala la propagación vegetativa, generalmente mediante injerto de yema o escudete o en T.

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